Editorial: ... La Cosmovisión Andina Amazónica del Agua !!!
La convivencia andina amazónica, se basa en el “buen vivir” o “vivir en armonía”, es decir el “allin kawsay” como filosofía ancestral, con re-equilibrio físico, mental y espiritual en la madre tierra, para vivir en equilibrio y equidad entre el espacio humano y el espacio de la naturaleza basado en la “reciprocidad y la abundancia andina” con la pachamama y la
cosmovisión del Tahuantinsuyo. La cosmovisión andina amazónica, probablemente como nación data desde el gran imperio Aymara (5000 años antes de Cristo), considera que la naturaleza, el hombre y la tierra es un todo y que se interrelacionan de forma perpetua, es decir, ese todo es un ser vivo que tiene alma, fuerza y poder sobrenatural y el hombre como tal existe en la naturaleza como un momento.
Los antepasados más remotos, de origen andino, habrían salido de un sitio especial al cual
todos conocían como pacarina (fuente de agua como medios de comunicación a los tres mundos), esta podía ser un río, cueva, montaña, volcán, lago, laguna, manatial, etc., se dice que el origen de la humanidad proviene del uku pacha (mundo de abajo o subterráneo) y que salieron a poblar la tierra a través de las pacarinas. La cosmovisión de pueblos originarios andinos amazónicos, considera que el agua es mucho más que un recurso natural, es concebido como un ser vivo sobrenatural y sagrado, es decir el agua tiene vida y poder y es una deidad al que siempre se le rinde culto y está presente en toda las fuentes
de agua, tal es así que desde la cultura pre inca, el agua existe en el mundo del hanan pacha (mundo superior o de los dioses), kay pacha (mundo del presente o terrenal) y hurin pacha (mundo de abajo o de los muertos).
En la cosmovisión andina amazónica, cada chacra o parcela (campo de cultivo) tiene su propio y singular diálogo con el agua de que dispone cada año y no se concibe que la chacra pueda gozar de buena salud cuando hay sequía, si hay sequía se hace invocaciones para “traer” lluvia y que las chacras y los cerros verdeen, florezcan y
fructifiquen. Asimismo, el yacuruna (ser del agua) en la cosmovisión andina amazónica, representa el espíritu tutelar de seres mitológicos como sirenas, bufeos, animales marinos, peces y de los humanos que habitan en las profundidades de la selva, sobre todo en las laderas de las cochas y ríos. Los curanderos invocan a este espíritu durante las ceremonias rituales de ayahuasca para utilizar su fuerza y viajar con ella a las profundidades de las
aguas, en donde se obtienen las respuestas necesarias para el bienestar y la vida en
comunidad.
El agua como ser divino, proviene del dios Wiracocha, dios creador del universo, que fecunda la pachamama (madre tierra) y permite la reproducción de la vida, es por tanto una
divinidad que está presente en los lagos, lagunas, mar ríos y toda fuentes de agua. Por tanto, el agua como ser creador y transformador, sigue leyes naturales, de acuerdo a los
ciclos estacionales y a las condiciones del territorio, su uso sustentable implica la generación y aplicación del conocimiento y habilidades obtenidos durante siglos, así como
la construcción de una infraestructura hidráulica que permita cosechar y distribuir el agua, sobre la base de una gestión mancomunada y responsable. Entonces el culto a los
elementos de la naturaleza, como el agua, es una de las primeras formas en que el hombre se aproxima a los poderes sobrenaturales, con el afán de ser compatible con su entorno.
El agua como ser vivo, es proveedor de vida y de animación del universo, es de necesidad vital y podía llegar a ser incontrolable en forma de tormentas e inundaciones, o desaparecer en forma de sequías, entonces cuando el hombre andino amazónico descubre y depende de la agricultura, comprende que las ausencias o excesos del agua pueden devastar a pueblos enteros, por lo que con el agua se debe dialogar, se debe dar cariño y se debe criar, esta visión es un factor fundamental para la adecuada cosecha, conservación y
reproducción de los recursos hídrico.
Finalmente, el ser humano deberá aprender mucho de la filosofía ancestral, porque su bienestar depende de aprender a vivir en armonía con el “estar siendo” con la pachamama y con el cosmos. El “allin kawsay” o “sumaq kawsay” nos enseña a reencontrarnos y ser cada vez más humanos y fuertes niveles de conciencia para volver a vivir y dejar el mundo
acelerado y consumista (satisfacción del momento). Queda claro que la civilización occidental busca humanizar a la naturaleza y la civilización andina busca naturalizar al ser humano o “runa”, por ser hijo de la madre naturaleza y por ende es parte de la comunidad andina o “ayllu” que incluye a los seres humanos, el territorio como un ente vivo, las montañas, ríos, bosques y animales, todos son considerados co-habitantes del “ayllu” como comunidad cósmica y por tanto sagrados, allí la importancia de la cosmovisión andino amazónico.
Editorial CEAP – Perú
Noviembre 2018
Te invitamos a ser parte
de nuestra red de profesionales.
Registrate en nuestro CEAP – Network.
Podemos evidenciar la importancia que nuestros ancestros daban al agua. Esta representaba la fuente de vida de toda la naturaleza que los rodeaba, que para ellos resultaba ser sagrada por lo cual muchos de los elementos que allí encontraban eran adorados como dioses por ellos. Resultaba importante también por el hecho de que gracias al agua, su forma de subsistir mediante el cultivo de papa, maiz, arboles frutales, entre otras plantas que permitían su alimentación, podía ser eficiente, puesto que el agua era de los principales recursos necesarios para el cultivo de estos y sin omitir claro esta que en el agua y gracias a esta podían encontrar una variedad de fauna y flora necesaria para el desarrollo de su vida diaria
Nuestro deber como habitantes de este medio ambiente maravilloso que conforma la amazonía y, específicamente, la cuenca del Río Mayo, es no olvidar por un solo instante la sabiduría ancestral de quienes habitaron antes que nosotros éstas tierras, ya que del respeto y amor que profesaron por la naturaleza queda muy poco en nosotros.
El ser humano, en su afán por tratar de que la naturaleza se adapte a sus necesidades, ha olvidado que fuimos nosotros quienes tuvimos que adaptarnos a ella y que, mientras fue de esa manera, el equilibrio natural se mantuvo indemne.
Tomemos consciencia de las enseñanzas de nuestros antepasados y retomemos su manera de ver al mundo y de afrontar la vida, que de la mano con los avances tecnológicos de nuestros tiempos, podrían ser la verdadera solución a la grave crisis ecológica que vivimos y que está por venir.
Es importante destacar que el valor del agua está ligada a una cultura ancestral, basada en la existencia de dioses quienes dieron origen a la vida. Nuestros antepasados mantenían un conjunto de modos y medios utilizados para la satisfacción de necesidades fundamentales relacionadas con el agua y con todo lo que dependa de ella a cual llamamos aun hasta nuestros días “cultura del agua”. Hoy en día en algunas comunidades amazónicas en sus prácticas curativas invocan a creencias (cosmovisión, conocimientos) en los valores, en las normas y formas organizativas. Precisando que el bienestar depende de aprender a vivir en armonía con el “estar siendo” con la pachamama y con el cosmos, defendiendo la naturaleza y al ser humano como un todo.
El agua es el elemento primordial para la existencia de la vida en el planeta tierra, nuestros ancestros hacían uso de este recurso con flamante respeto, utilizando diferentes técnicas del uso de agua (siembra y cosecha del agua, canales de riego, acueductos); todas estas geniales formas de manejo del agua aseguraban las producciones de alimentos a una población en constante crecimiento, siempre evidenciando el respeto por el uso del ser divino, el agua.
Actualmente nosotros hacemos uso de nuestros recursos (agua, suelo, etc.) de manera indiscriminada en el afán de satisfacer necesidades propias; sin considerar los ríos, las montañas, bosques y animales como un ente vivo.
Por ello deberíamos aprender mucho de la filosofía ancestral, para aprender a vivir en armonía con el ambiente.
Es importante tener conocimiento acerca de la visión de desarrollo de nuestras antiguas comunidades indígenas, ya que éstas se caracterizaban por su gran relación con la naturaleza, especialmente con la tierra y el agua, éstos factores no solo eran fuente de vida, constituían de la misma manera como un factor de identidad.
El agua es un recurso de vital importancia para el ser humano, hoy en día este recurso natural indispensable para nosotros es realmente descuidado por los mismos. A diferencia de lo que para la cosmovisión indígena de la amazonia es el AGUA, el agua es más que un recurso natural, el agua es un ser vivo sobrenatural y sagrado al que rinden cultos, es proveedor de vida. Es increíble como ellos tenían una estrecha relación entre sus cultivos y la conservación del agua, algo que a nosotros los “civilizados” nos falta. Es importante recalcar que se debe impulsar a que nuestras comunidades indígenas de hoy en día mantengan esta cosmovisión y no la pierdan.
Es momento de que rescatemos esta cosmovisión y podamos ver a nuestros recursos naturales con la misma importancia que éstas comunidades indígenas amazónicas lo harían, como lo redacta el texto es momento de que los humanos empecemos a “naturalizarnos” para vivir en armonía con la naturaleza impulsando un desarrollo sostenible.
El hombre es un ser proveniente de la naturaleza y por ende es parte de ella y debe vivir en completa armonía, pero para ello es primordial conocer de la filosofía ancestral y de ese modo tener conciencia ambiental que es lo que se requiere para respetar nuestra madre tierra; sin embargo los avances científicos y tecnológicos nos esta conllevando en una dirección opuesta y alejarnos más de ello, y por consiguiente por más que se establezcan muchos mecanismos para tomar una conciencia ambiental, al final poco o nada se esta logrando, la generación de hoy y las futuras están muy lejos de vivir en armonía con la naturaleza y la tierra. El recurso agua es fuente de vida, es mucho más que un recurso natural y si valoramos por todo lo imprescindible que es en nuestra vida y teniendo el enfoque de la cosmovisión andino amazónica estaremos en condiciones de compatibilizar con su entorno, sólo así podremos garantizar una verdadera conciencia sobre el uso y cuidado del agua.
Al comprender la importancia de este recurso, nos damos cuenta de que no solo juega un papel importante en la el desarrollo de la agricultura, ganadería o comercio sino también en como los pueblos viven en armonía con su entorno. Desde mi perspectiva la visión de desarrollo de los nuestros pueblos originarios andino amazónicos, se caracteriza por tener una enorme afinidad con la sustentabilidad ambiental. Siendo esta relación de carácter sagrado, especialmente, como menciona el articulo con la tierra, el agua, el sol y el viento, lo cual constituye un factor importante de identidad y de estilo de vida. El agua en síntesis es un sistema vivo, que trae vida y no solo es un compuesto formado por hidrógeno y oxígeno. Así mismo hay que comprender que es es sagrado y que por tanto cumple una función importante en el desarrollo de la humanidad. Cabe entender que es necesario llegar a una sintonía con la madre naturaleza en la cual vivamos en armonía con nuestro entorno, siendo responsables y no comprometiendo las maravillas que la naturaleza nos brinda, para las generaciones venideras. Comprende lo sagrado no solo del agua, sino de la tierra, del viento y de cada elemento que conforma nuestro universo, es de vitar importancia para desarrollarnos como civilización. Y somos nosotros quienes debemos asumir esta tarea.
Definitivamente al querer referirnos al recurso hídrico, debemos concebirlo como un ser vivo, un elemento vital, como parte integrante de un todo y que sus diferentes manifestaciones permiten hacer posible la vida, la convivencia, añadido a ello como los conocimientos ancestrales impartidos por el hombre en la tierra, han permitido el descubrimiento de otros entornos con diversos componentes, asociados a la actividad de la cosecha, la siembra, la forma como diferentes elementos conversan entre si y permiten tener una visión diferente de las cosas, que finalmente se constituyen en esenciales para hacer de nuestro existir uno único. El vivir en armonía con el universo, respetando los elementos, el territorio, cada parte integrante que estamos en él, y que el conocimiento que apliquemos incluye vivir y tener una cosmovisión andino amazónica, para conservarlo y hacer sostenible y prudente su uso, estas acciones redundaran en vivir de una manera compatible con la pacha mama y nuestro ser.
Hoy en día, pleno siglo XXI, un gran sector de los habitantes del mundo acelerado y consumista, ha olvidado la convivencia armoniosa para con la naturaleza, del cual nuestros ancestros practicaban y transmitían de generación en generación, estas que un día, se revolucionaron y dejaron de lado la filosofía ancestral por satisfacciones del momento.
Pregunto, ¿Por qué se a perdido el verdadero valor del recurso AGUA?, ¿Acaso la naturaleza no es quien nos brinda todo tipo de servicios ambientales?, es muy probable que, si realizamos estas preguntas, unos sentirán que poco o nada se está haciendo en favor de la naturaleza como seres inteligentes que somos, puesto que nosotros necesitamos de ella y no ella de nosotros. Así mismo, existirán personas que solo les interesa vivir el presente, desperdiciando los recursos fundamentales para poder sobrevivir. Entonces, en aras de la buena convivencia o vivir en armonía, se está tratando de generar nuevamente conciencia por el cuidado directo e indirecto, de un recurso fundamental como lo es el AGUA, dándole especial valor, cuidado y dedicación. Teniendo en cuanta además, que nuestras futuras generaciones perecerán para vivir o al menos sobrevivir.
Muy Importante que nuestros Ancestros veian el tema del agua como una filosofia Ansestral .
La cual nos hace reflexionar que debemos cuidarla como un ser vivo sobrenatural y dale la impirtancia de cuidarla a esa maravilla, de las cuales estan representada en Rios, lagos, mares, quebradas aguas subterraneas entre otras.
Se sabe muy bien si no cuidamos este recurso tendremos muchos problemas en el futuro auque ya se esta sintiendo en la selva la necesidad del agua en algunos meses.
A titulo personal este tema es prioridad de manejar su uso y ciudar nuestras cuencas de manera prioritaria y al mismo tiempo cuando tengamos la toma de decision de alguna localidad o ciudad deberiamos trabajar mucho con bastante ganas e impulso.
Nuestros antepasados rendían culto a muchos Dioses y dentro de ellos estaba la Mamapacha y el Agua. Ellos los consideraban como un ser vivo elemental para la vida. Tal es así que los honraban con ofrendas en agradecimiento de toda su comunidad. Entonces, nuestros antepasados nos dejaron enseñanzas esenciales para el cuidado del único recurso que une sistemáticamente al mundo entero, por el hecho de que cada día que pasa el recurso es cada vez más y más escaso. El agua como recurso sagrado y fundamental para la vida, hace que la madre tierra se engalane de abundante y exuberante flora y fauna característicos de cada lugar por más recóndito que estos sean. Sin embargo, nos toca aprender mucho de la filosofía ancestral para cambiar nuestra visión de sobre vivencia al adaptándonos a nuestro entorno, fomentando el desarrollo sostenible y pensando también en nuestras generaciones futuras.
La cosmovisión Indígena se va perdiendo poco a poco, saturada y envuelta por el crecimiento económico que buscamos, con esta pérdida, se va perdiendo el recurso hídrico, el agua, el ser vivo, la fuente de nuestra vida… El hombre no se detiene a mirar las consecuencias de sus actos, no se detiene a pensar que la cosmovisión “Indígena”, es responsabilidad de todos, y por ende, deberíamos de ser los primeros en aplicarlo, pero sabemos a caso qué es la cosmovisión indígena?…(Me detengo y pienso…) Es esa fuerza que nos une con nuestra fuente de vida, la tierra, el aire, las plantas y el agua… Algo que nos une a un nivel de visionar el futuro, con más respeto a la tierra, por su fuerza.
El agua como fuente de vida debe ser abordada con el mismo respeto de nuestros antepasados, siendo siempre esa fuerza, la fuerza que genera vida.
Es importante reconocer que el tema del cuidado del agua ha ido calando poco a poco, pero es importante reconocer también que es el AGUA quien reclama, y debemos tomar acciones para su cuidado desde donde nos encontremos, sumando esfuerzos para su permanencia en la tierra.